Corría el mes de abril del 2006 cuando vio la luz el primer número del Tinta Roja, como órgano de expresión central de los CJC. Tenía entonces cuatro hojas, donde se disputaban el espacio sobre fondo blanco las luchas contra el Plan Bolonia, noticias sobre nuestras Escuelas de Formación, o la solidaridad con Líbano y Palestina. Seis años después, aquellas sencillas cuatro hojas se han convertido en algo más, en mucho más. Fueron creciendo, llenándose de color, multiplicándose y saltando del papel a eso que llaman el ciberespacio. Hasta el día de hoy, en que nuestro Tinta Roja cumple definitivamente su mayoría de edad, convirtiéndose en TintaRoja.es, la revista digital de los CJC.
Cada estación, la
publicación seguirá apareciendo en papel, en el nuevo y crecido formato que
adoptó la primavera pasada. Pero a un mismo tiempo, la página web del Tinta
Roja servirá para seguir día a día todo el volumen de noticias, comunicados,
artículos de opinión y actualidad que expresan la línea política e ideológica
de los CJC.
En días como
éstos, en que la lucha de la clase obrera se ve grotescamente silenciada,
cuando no deformada, si no directamente criminalizada, por unos medios de
información convertidos sin medias tintas en aparato de propaganda de la
oligarquía capitalista, se vuelve especialmente significativo que la juventud
comunista abra un nuevo canal de información para todo el conjunto de la
juventud obrera y popular.
Sin embargo,
TintaRoja.es no es solo un órgano de información obrera y comunista; pretende
cumplir con lo que entendía Lenin que debía ser un órgano de expresión obrera,
un periódico comunista para los trabajadores y las trabajadoras. “El periódico
–escribía Lenin en su artículo ¿Cómo
empezar?, en 1901– no es solo un propagandista colectivo y un agitador
colectivo, sino también un organizador colectivo. En este último sentido se le
puede comparar con los andamios que se levantan alrededor de un edificio en
construcción, que señalan sus contornos, facilitan las construcciones entre los
distintos constructores, les ayudan a distribuirse la tarea y a observar los
resultados generales alcanzados por el trabajo organizado”.
De eso se trata,
de una herramienta que, fundamentalmente, construye organización para la
revolución. El Tinta Roja, en web y en papel, es la voz de los CJC, pero no
como un producto burocráticamente manufacturado, sino como el producto
colectivo de una organización que crece al ritmo de la lucha de clases. Nos
referimos a lo mismo que Lenin cuando hablaba de la necesidad de un periódico central
para toda Rusia, algo que, “lejos de ser el fruto de un trabajo de gabinete de
personas contaminadas de doctrinarismo y literaturismo, es, por el contrario,
el plan más práctico para empezar a prepararse en el acto y por doquier para la
insurrección, sin olvidar al mismo tiempo ni por un instante la labor corriente
de cada día”.
Ese es también
nuestro plan y el cometido del Tinta Roja en esta nueva etapa a través de
internet. Tinta roja para escribir, en tiempo presente y primera persona del
plural, la historia de la revolución en el Estado español.